11 out Me regaló cuatro estrellas y una escalera de luz para llegar al cielo
Alguien me enseño a aprovechar el máximo de tiempo con aquellas personas que decimos querer. Nunca sabemos cuando dirán adiós o simplemente ya no estén en nuestras vida. Compartir, va más allá de un simple Hola, como estás? que decimos a cualquiera. Tampoco es decirle constantemente cuanto le aprecias o amas. Es mirar a sus ojos, y entender que hay más allá de lo que pueden expresar. Conocer cuando está mal, y calla, o cuando está mal y reclama. Reconocer que pueda haber detrás de su sonrisa, o entender que hay en su silencio.
Ser capaz de dejar tu abrigo en una noche de frío solo para que el/ella esté abrigado. Encontrar la palabra y o el abrazo en el momento justo para “borrar sus propias sombras en el estruendo de una carcajada”.
De que vale llorar luego, lamentarse o extrañarle si durante su estadía en tu vida, no llegaste a conocerle bien?
Si conoces sus debilidades y defectos, no te aproveches de ellos para herirle, ayúdale a ser más fuerte y comprensivo.
Ha pasado poco más de una década, en que esta persona me enseño tantas cosas sobre la amistad y el amor, y aunque la vida se ha encargado de intentar demostrarme lo contrario, no hay mayor cosa en la que uno pueda creer, que la ha que ha vivido y sabe que existe. Acepto que las cosas cambien, pero nunca cambia la esencia de las misma.
No emitan juicios con respecto a esto sólo es una de esas tantas reflexiones pendientes, pero quiero desmostrarles, que en nuestro camino, debemos aprender a valorar a aquellas personas que decidimos romper nuestras barreras y escudo y permitimos darle cabida en nuestro mundo, ese, que pocos conocen. no vayan por la vida demostrando o diciendo aquello que no sienten! ni mucho menos vivan de la conveniencia o la costumbre. Aprendan a conocer primero las razones de tantos desencuentros, y conviertan silencios inexorables en momentos de aprendizaje de aquel, que decidimos querer.
En el fondo, la amistad es virtuosa, no desaprovechemos el momento, ni corrompamos el valor del mismo!